Cecilia es jugadora de San Juan y se sumó a las charlas con SOLO HOCKEY. Su paso por el seleccionado nacional, la experiencia en el exterior y la importancia de que las chicas del interior jueguen en Buenos Aires.
“El año pasado en Mar del Plata con el seleccionado de San Juan logramos el ascenso, en lo que era mi despedida del seleccionado, fue muy emocionante el ascenso a la A. Fue un viaje sensible, justo tocó en la fecha del día de la madre. Fue disfrutarlo para este año quedarme con el club únicamente”, comenzó contando Cecilia.
-¿Y el hockey en tu club como se desarrolló este año en pandemia?
-La realidad es que volvimos a entrenar hace unas semanas, pero sin saber que pasará, es incertidumbre.
-¿Cómo definirías el hockey en tu vida?
-El hockey es mi cable a tierra, mientras pueda y me dé el físico ahí estaré. Llevo el hockey en las venas, lo necesito, no puedo dejar de ir. Me costará mucho el día que tenga que dar un paso al costado porque los años se notan, puedo tener experiencia, pero se va notando el paso del tiempo.
-¿Una posición dentro de la cancha?
-Al medio, toda la vida. Odio jugar adelante. Pero bueno, ahora hay que correr mucho.
-Tuviste un lugar en las Leoncitas, ¿Cómo fue esa experiencia viniendo del interior?
– Ya pasó mucho tiempo de las leoncitas, hace veinte años. Yo llegaba de San Juan, cancha de polvo de ladrillo, no teníamos gimnasio, fue muy importante estar ahí. Una experiencia increíble, se les dio mucho espacio a las jugadoras del interior, se nos abrieron las puertas. Fue una etapa feliz de haber compartido eso, y luego seguir en las Leonas.
-¿Y el paso por el seleccionado mayor?
-Siempre mi pendiente fue las Leonas. Estuve entrenando con el mayor, estuve en un Panamericano pero no más que eso. Me faltó dar un paso más, que sé que mi nivel me daba pero no tuve la confianza en mí misma, me costó creérmela siempre, fui siempre tímida e introvertida, y eso no me permitió crecer más ahí.
-¿Sentís que te faltó acompañamiento?
– Era introvertida, era buena hockísticamente pero me faltó más la cabeza. Por eso quedé afuera. Hoy en día se cuenta con más profesionales en el plantel, en ese momento no. Si me faltó acompañamiento en ese momento para poder haber estado más en el seleccionado.
-¿Considerás clave para las chicas del interior jugar en Buenos Aires?
-En 2003 me fui a jugar a Buenos Aires, si quería estar en el seleccionado sabía debía estar en un paso más, en Hacoaj donde estuve un año. Hay una diferencia abismal con el hockey de mi provincia. Ese fue mi mejor año.
-También fuiste a jugar a Europa…
-Sí, estuve en dos clubes de España. Me hubiese encantado estar en otros clubes de Europa, como en Holanda, hoy me arrepiento de no haberlo hecho.
-¿Qué recomendarías a chicas que están comenzando?
-Por un lado, que quien pueda ir afuera que lo haga, es impresionante. Es conocer otro hockey, otra cultura. Y también, si sos del interior, el roce de Buenos Aires te da más nivel, por eso también lo recomiendo.
-¿Cómo definirías a tu club, Universidad de San Juan?
– La Universidad de San Juan es mi club. Es todo, gracias a ellos aprendí mucho, con una estructura que no es la que tienen ahora los clubes.
-¿Qué proyectás en el hockey para lo que viene?
– Trataré de despedirme el año que viene, como corresponde del hockey que es mi vida. Me gustaría despedirme bien. Y después estar desde donde pueda sumar.