jueves, marzo 28, 2024

Director Pablo Gerosa

Marina Di Giacomo: “Reemplacé una pasión por otra”

Es ex jugadora de Las Leonas y actualmente practica golf en California. Su presente, su paso por el Seleccionado, las experiencias en el exterior. “Con el hockey cerré un ciclo”, asegura.

“Esta pandemia nos ha sorprendido a todos. Si bien en lo personal nos limita y hay encierro, acá no se ha sufrido tanto como en la Argentina a nivel de la cuarentena”, comenzó Marina. “Acá ha ayudado en cuanto a mi trabajo en e-commerce y en eso está floreciendo de una manera que parecía se demoraría quince años. El golf se puede practicar porque es individual, puedo trabajar desde casa, mejoró mi calidad de descanso y alimentación, paso más tiempo con mi hija…dentro de lo negativo de la pandemia, en mi caso fue algo positivo”, resaltó.

– ¿El golf es tu cable a tierra desde que dejaste Mendoza?

-Sí, sin dudas. Si uno no reemplaza una pasión por otra, en mi caso vinculada con lo deportivo, no se puede seguir. El golf lo vivo y respiro todos los días, porque está vinculado a mi trabajo y porque lo practico. Me encanta.

– ¿Sos buena tanto como eras jugando al hockey?

-Si me preguntas a mí, soy horrible (risas). Si le preguntás a gente que ha jugado muchos años, se sorprende al verme jugar. Si tenés un pasado en el deporte, es más fácil dominar al cuerpo, eso te facilita. No he tomado clases formales, no quiero ser golfista profesional, me lo tomo con calma, de 18 hoyos, en 6 soy buenísima y el resto un desastre, pero lo disfruto.

– ¿Extrañás el hockey?

-Lo que más extraño es la camaradería del hockey. Cada etapa se disfruta de distinta manera, de la última etapa jugando en Mendoza con las masters es lo que más disfruté, en la risa, en el compañerismo, en la competición y la amistad.  Lo que si me hubiera gustado es poder colaborar más con el hockey de mi provincia, sumando mi experiencia como jugadora de selección.

– ¿Dónde está guardada tu medalla olímpica?

– ¡Quién sabe dónde! La tuve que sacar hace poco para una entrevista de la compañía, la encontré en una caja que me costó ubicar, no tengo nada expuesto, me he mudado mucho y nunca lo colgué.

– ¿Cómo fue la experiencia de jugar en Ciudad de Buenos Aires?

-Fue una experiencia que me marcó, tenía mucho respeto a las chicas y los entrenadores, destacaba el nivel de competencia y seriedad. Cuando vine a Buenos Aires estaba invitada a sumarme a Las Leonas y decidí ir al Club Ciudad de Buenos Aires por el nivel de profesionalismo y seriedad del trabajo. Además, salimos campeonas un año, no me puedo olvidar de eso.

– ¿Y en Holanda?

-Holanda fue un sueño, mi idea cuando fui era ir a despedirme del hockey en lo más alto posible.

– ¿Pensaste ser entrenadora de hockey?

-Fue mi sueño ser entrenadora y no lo doy por terminado, nunca se sabe, me siento muy joven con mucho por delante, pero no es a lo que apunto ahora. Vine a Estados Unidos con la idea de ser entrenadora de una universidad, y lo cambié por una decisión personal, no era compatible con la vida de madre.

– ¿Vas a volver a jugar en algún torneo master?

-Mi cuerpo no me permitiría jugar algún master con las chicas de selección, el hockey cumplió su etapa. Mi cuerpo no se merece entrenar con la exigencia del alto rendimiento (risas). Siento que con el hockey cerré un ciclo, veo difícil volver. Y si lo hago será solo para reencontrarme con amigas, pero sin previos entrenamientos y con mucha risa.

– ¿Tenés aspiraciones en el mundo del golf?

-Sí, dejar la compañía en la que trabajo ahora -que espero nadie me esté escuchando- (risas) y entrar en una que me permita trabajar ocho horas diarias vinculada al deporte y en el resto del tiempo jugar golf.