Vía Instagram LIVE, SOLO HOCKEY convocó a Juan Ignacio Gilardi para un mano a mano. Su trabajo como técnico en Santa Bárbara, el recuerdo de la medalla de oro conseguida con Los Leones en Rio de Janeiro 2016 y su retiro como jugador el año pasado.
“Uno va a aprendiendo día a día, nadie tenía experiencia en el mundo de cómo afrontar esto, es duro”, comenzó Juan sobre cómo se llevan estos días de encierro impensado.
– Además estabas por comenzar el torneo como entrenador de los dos equipos de primera división de Santa Bárbara…
-Sí, justo había dejado de jugar para ser entrenador y tenía muchas ambiciones. El corte se hizo duro. Ahora cuando se reprograme el torneo hay que arrancar de nuevo una pretemporada para volver a moverse. Estamos en un momento de no estar activos, encerrados, con baja la actividad física. Hoy con nuestros jugadores nos vemos las caras por zoom 40 minutos, pero eso no significa el entrenamiento normal, es solo una excusa para estar en contacto.
– ¿Ya se proyecta cómo será el regreso?
– A medida que las autoridades vayan liberando etapas, una de las propuestas es hacer grupos de entrenamiento de 6 o 7 personas por turno, con tiempos reducidos. Hay que apostar a cuidarse como siempre, pero frenar la psicosis. Yo me pregunto, ¿Nos va a quedar temor de salir a la calle o de jugar al hockey cuando todo esto se normalice? ¿Cómo se actuará si aparece un caso en algún club? Todas preguntas sin respuesta.
-A fines de 2019 te retiraste como jugador, ¿Cómo fue esa despedida?
– Siempre me interesó no retirarme por lesión y fue algo que logré. Me retiré jugando, estaba para seguir…pero se abrió otra puerta que es la de entrenador. La vida continuaba y tenía otros proyectos. El retiro fue en mi club de toda la vida, en San Fernando, hubiera sido hermoso hacerlo con el campeonato.
– Lo vivido en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro es una experiencia que nunca se olvida…
– Personalmente también recuerdo ese penal que ejecuté para clasificar a la semifinal. Luego la victoria con Bélgica en la final, también fue increíble. Fue histórico y emocionante por donde lo mires. Sin dudas que volvería a ejecutar ese penal faltando un minuto, fue una responsabilidad enorme por lo que significaba. Ese era mi rol en el equipo, también sabía que lo podía errar.
– ¿Te gustaría ser dirigente?
-Para ser dirigente me siento joven. Tengo más ganas de estar en la cancha que en un escritorio. Estaría bueno que nos den más participación a la hora de tomar decisiones más en lo que hace al Torneo Metropolitano. Que tengan más comunicación con los jugadores. Hay muchas cosas para corregir. El año pasado coordiné los seleccionados de caballeros en Buenos Aires y había muchos defectos que yo consideré. No hay que invertir sólo buscando resultados.
– ¿Cuáles son tus próximos objetivos personales?
-Sumar experiencia como entrenador de primera división. Quiero hacer mi camino como entrenador, tengo años para prepararme, nutrirme más y mañana poder llegar a dirigir un seleccionado. Hoy por más que se dé la posibilidad de asumir un seleccionado nacional no me sentiría capacitado en asumir esa responsabilidad, tengo que ir armando un camino.